En 1.569, durante el reinado de Felipe II, Raimundo de Bentomiz, un morisco zahorí granadino, huye de las Alpujarras en dirección a Sevilla con un grupo de correligionarios tras la cruenta represión que han sufrido. Ha perdido a su mujer y a sus hijos y como únicas pertenencias le quedan una honda de cuero y sus aperos de zahorí.
Una vez en Sevilla su intención es conseguir un pasaje en un barco que zarpe en dirección al Nuevo Mundo para salir de la Península Ibérica y escapar del acoso de la Inquisición y la Corona. Durante la travesía descubre que en la bodega del navío se esconde un cargamento ilegal de mercurio. El mercurio se utiliza para extraer el oro de las rocas y su tráfico es rigurosamente controlado por el estado. Bentomiz deduce que el capitán ha de estar en connivencia con los contrabandistas y que ha de haber funcionarios al más alto nivel implicados en el robo del mineral y su posterior traslado a bordo.
Asustado por las posibles represalias que pueda tomar el capitán contra él, Raimundo decide desembarcar en una escala del barco en las Islas Canarias. Desde allí zarpará de nuevo, temiendo por su vida, en dirección a Inglaterra donde cambiará de nombre y oficio y comenzará una nueva vida.
Se trata de una novela de aventuras de corte histórico que nos describe bastante bien la persecución que sufren los moriscos, en una España cristiana, que culminará años después con su expulsión. La corrupción en las altas esferas de la política española, siempre presente, ocupa buena buena parte del libro. Hay una variada y creible galería de personajes sin escrúpulos, dispuestos a todo por enriquecerse rápidamente y sin esfuerzo.
El argumento fué lo que a priori me sedujo, aunque conforme avanzaba la lectura el libro fue haciendoseme cuesta arriba, ya que la ambientación histórica es buena, pero hay gran falta de sentimientos en ella. El libro es una mera exposición de hechos consecutivos, eso sí, bien hilvanados. Pero no sientes vivos a sus personajes, no lloras la pérdida de su familia con Bentomiz, ni tampoco te sobrecoge el temor del protagonista a ser descubierto, atrapado y torturado. Falta el sentimiento de culpa por haber sobrevivido a su familia y haber reencontrado el amor en brazos de otra mujer, se echa de menos el conflicto interior.
Son muchos y variados los personajes secundarios que aparecen en la novela y con todos ellos pasa como con Raimundo de Bentomiz, resultan frios y ajenos al lector. No llegas a adivinar el calado y la influencia que tendrán en la vida del morisco ya que no hay ningún indicio de las emociones que despiertan en él.
Sobre su autor
Alfonso Tomás Cantador Alias nace en Cordoba en el año 1962. Licenciado en Ciencias de la Educación y Maestro ejerce como profesor de ESO en Montequinto - Dos Hermanas (Sevilla) en un instituto público.
