jueves, 30 de agosto de 2018

"Niebla" Gladys Karlsson

 

  En un país sudamericano cualquiera, porque no es uno solo el que encajaría con la descripción de la autora, la población vive a principios de los años 80 gobernada por una oligarquía militar.
  Un grupo de personas lucha por la libertad contra la opresión y la tiranía. La caída de ese grupo de resistencia pacífica al gobierno es el resultado de un cúmulo errores y casualidades.
  Hay que organizar la recogida de unas octavillas de la imprenta clandestina y trasladarlas hasta quienes se encargarán de ponerlas en circulación. Un muchacho inexperto recien llegado a la ciudad se encargará de la misión.
  La fatidica noche en que ha de realizarse el traslado de los panfletos la niebla cae sobre la ciudad. El joven militante se pierde entre las callejuelas de un barrio pobre durante el toque de queda. Cuando por fín consigue orientarse para salir de la zona una patrulla militar le descubre. Tras una dramática persecución le cercan y le hacen prisionero.
  Su detención y posterior tortura desemboca en la caida de toda la organizción en una especie de efecto dominó.
Paralelamente hay otra historia, veinte años despúes, en Italia, un hijo de hispanoamericanos emigrados nos cuenta en primera persona como a los nueve años su madre le confiesa entre sollozos que el hombre con quien está casada no es su padre. Esa revelación explica la frialdad existente en la relación paternofilial y las críticas injustas que sufre sin cesar. De repente, el que había sido un niño sumiso se transforma en un adolescente conflictivo que recuperará el norte al conocer la historia de su madre y su verdadero padre.
  Las primeras palabras que vienen a mi mente sobre esta novela son desgarradora y durísima. Es de esas historias que nos hace avergonzarnos de todas las veces en que miramos hacia otro lado para no ver o que ignoramos conscientemente la realidad que nos rodea.
  Narra las torturas y vejaciones sufridas por los protagonistas con crudeza. La veracidad de las escenas viene de las historias que la autora oyó contar en los campos de refugiados del sur de Suecia mientras trabajaba como interprete entre los sudamericanos que recibieron asilo político allí. Tanto los personajes de las victimas como  los de los verdugos están construidos de forma muy convincente. Son fáciles de imaginar inmersos en sus vidas y todo el universo en que se desenvuelven es perfectamente creible.
  Desde luego no es para leer si estás de horas bajas o no te encuentras en tu mejor momento.
  A pesar de todo hay esperanza entre las páginas del libro y perdón, no para los verdugos sino para los protagonistas. Que son capaces de perdonarse a sí mismos y a los demás por todo aquello que hicieron bajo tortura y no culpar a sus compañeros de lucha por los errores que llevaron a las detenciones. En una especie de catarsis colectiva entre todos encuentran como responsable último de la tragedia que destrozó sus vidas y arrasó su patria a la niebla que caprichosamente envolvió la ciudad el día en que todo cambió para ellos.
Es con esto con lo me quedo de la novela: la fe en que podemos cambiar las cosas y la fuerza de los que recogen sus pedazos y continuan su vida valientemente mirando hacia el futuro, hacia delante, en vez de quedarse estancados en el pasado.

Sobre su autora
  De origen peruano. Desde los once años escribe poemas y relatos cortos. Emigró a Inglaterrra, allí estudió y vivió un tiempo ganandose la vida como camarera y acomodadora de cine. Mas adelante, en 1.980, viajó a Suecia donde trabaja como traductora en campamentos de refugiados. La experiencia impacta enormemente en ella y la impulsa a escribir esta historia en donde refleja las terribles historia que vivieron los refugiados.
  Con Leffe, su compañero, visita España y pasa largas temporadas en España e Inglaterrra. Termina "Niebla", su primera novela que empezó llamándose "El tercer país", en 2008 y se publica tres años más tarde. Su segunda novela, "Los falsos anglosajones" la termina en España en 2013 (Hasta donde he podido averiguar continua inédita) y trabaja en su tercer libro "Los colores del cielo", novela semiautobiográfica.
Actualmente combina enseñanza y literatura.

viernes, 24 de agosto de 2018

"Tom Z. Stone (omnium)" J. E. Alamo


  El 7 de agosto de 2012 hubo un suceso sorprendente a nivel mundial. Algunos de los fallecidos en los primeros días de ese mes volvieron inexplicablemente a la vida... volvieron más o menos, porque sus corazones no laten, sus ojos tienen un aspecto como de pescado un poco pasado de fecha y echan un ligero tufillo a... digamos que a muerto. Es lo que se dió en llamar Fenómeno Reanimación, a partir de ya FR, por aquello de abreviar.
  No todos vuelven igual. Aquellos cuyos cerebros están intactos son tan normales como tú o yo. Los que tienen el cerebro dañado (por ejemplo se han destrozado el cráneo cayendo de cabeza a un barranco o cosas así) despiertan reducidos a seres babeantes que el único sonido que emiten son gruñidos ininteligibles y caminan o se arrastran de forma descoordinada y vacilante.
  El que los muertos vuelvan a la vida ya inquieta bastante a los vivos. Si a eso sumamos que los que volvieron con el cerebro hecho unos zorros sienten el impulso incontrolable de ¡comerse! a los borregos (ups)... perdón, a los vivos, se lia un pandemonium.
  Entre el día 7 y el 22 de ese aciago mes de agosto de 2012 los zombis babeantes se comen a los vivos que pillan y los vivos se defienden como pueden e incluso organizan partidas de caza para exterminar la plaga de muertos vivientes. Son los llamados Días del Olvido, a todos les convino olvidar lo que ocurrió así que corrieron un túpido velo sobre los desmanes cometidos por vivos y por muertos ¿Tu recuerdas lo que pasó? Yo ya lo he olvidado.
El 22 de agosto la ONU declara humanos a los reanimados y se acaba la cacería de putos zetas de mierda, perdón otra vez, reanimados.
  Uno de esos reanimados es Tom Z. Stone. La Z no es de Zachary, ni de Zoilo, ni de Zebulón, ni de Zeus, ni siquera de Zombi... es de Zalacaín (pobre, a su madre le gustaba Pio Baroja) y como su homónimo es un hombre de honor, valiente y al que le gusta la acción.
  En vida Tom, un galés afincado en su juventud en Valencia (España), era un cincuentón de buen ver, tramitador procesal en los juzgados, enamorado de su mujer, amante de sus hijos, alcohólico impenitente y  fumador empedernido. Hizo propósito de enmienda, iba a dejar el alcohol y el tabaco... pero un infarto fulminante se lo impidió.
  El 7 de agosto recibió una seguda oportunidad, o bien le hicieron una soberana hijoputada. Le cito textualmente: "Hay cosas que suceden una sola vez en la vida; morir debería ser una de ellas". La vuelta de Tom es dura. Su familia no le recibe precisamente con los brazos abiertos ni se reincorpora a un trabajo que cuando vivía ya no le gustaba ni siquiera un poco.
  Inicia su nueva andadura en soledad, una soledad que le pesa en el alma y amarga sus días y sus noches porque, señoras y señores, los zombis no duermen. Sus cerbros no descansan. Y Tom solo consigue embotar el suyo unas horas a base de whisky y cazalla. Luego se intoxica de café y tabaco para combatir la resaca. Ya veis, dieta sana.
  Heredero de una ingente fortuna no necesitaría volver a trabajar en lo que le quede de ¿vida? pero necesita acción, emociones fuertes que le hagan sentirse vivo, lo que le lleva a sacarse una licencia de detective privado y montar una pequeña agencia. Stone es un detective a la vieja usanza, un tipo duro que recibe hostias y las reparte sin complejos, suelta borderías sin contemplaciones pero es honesto hasta decir basta, tiene un corazón de oro y en el fondo es todo un caballero.
  Generalmente trabaja en casos en los que están implicados reanimados y colabora con el comisario Garrido jefe de la Brigada FR (creada para ocuparse de los casos en los que hay reanimados de por medio).
  A trastocar su nueva vida viene Mati. La conoce en un bar y le ofrece trabajo como secretaria y recepcionista en la agencia, sorprendentemente acepta. A lo largo del libro viviremos la historia de amor de Mati y Tom que nace con fecha de caducidad porque los zombis se deterioran deprisa. Las previsiones más optimistas calculan en cuatro años el tiempo máximo de un zombi desde su reanimación hasta entrar en fase terminal (cuando babean, gruñen y devoran visceras humanas) y esa fase terminal (si no los elimina nadie antes) les vuelve a matar en menos de 48 horas.
  Tom Z. Stone ha sido todo un descubrimiento. Un personaje con un fuerte componente de tristeza aderezada con amargura que disfraza con un humor corrosivo. Cuenta las cosas mas terribles con una chispa que hace que se nos escape la sonrisa en vez de soltar lágrimas y te preguntas como puede resultar tierno un tío tan, pero tan, tan, borde. La trama me ha absorvido por completo y me ha dejado con ganas de mas. Cosa sorprendente, he digerido las 1.037 páginas -si, has leido bien 1.037- de un tirón en cinco días.
  No es que sea monumentalamente extenso, es que han encuadernado tres libros juntos. En realidad es un volumen recopilatorio de tres relatos: "Imagine", "Le it be" y "All you need is love". Sus títulos claro homenaje a The Beatles, quienes por cierto están vivos durante la novela y son el grupo favorito de Tom y Mati. Cada uno de ellos es un caso diferente aunque están conectados entre sí de forma muy inteligente.
  Por sacarle alguna pega: detesto que me separen un libro de 500 páginas en una trilogía pero estos bien que podían ir por separado. Pesa como tonelada y media y es muy voluminoso y difícil de manejar. He acabado con agujetas en los brazos. Cometí el estúpido error de llevarmelo para leer durante las vacaciones y cada vez que alguien se quejaba de cuanto pesaba mi bolsa temía que se dieran cuenta de que lo llevaba en ella.
  Los personajes están maravillosamente bien retratados. Hay toda una galería de mafiosos, delincuentes de poca monta, prostitutas y policías (de los malos y de los buenos) tan reales que casi se salen de las páginas de la novela. Además hay un montón de pequeños relatos muchos de ellos en clave de humor intercalados que nos hacen captar el Fenómeno Reanimación en toda su extensión, como afectó a los muertos y también a los vivos.
  En fin, brindo con Tom, él con whisky y yo con un tinto de Jumilla  que me gusta mucho más.

https://www.instagram.com/p/BnGewuWHfA-/?taken-by=isbl001

Sobre el autor
J. E. Alamo, como Tom Z. Stone, nace en Reino Unido (1960) pero está afincado en Valencia desde hace más de 30 años. Traductor literario ha publicado en diversas revistas y es colaborador habitual de medios y foros de internet. Empieza a escribir a los 45 años y es conocido fundamentalmente por su narrativa fantástica y de terror. Es miembro de Nocte (Asociación Española de Escritores de Terror)

"Olor a menta y muerte" Ester Benarí



   En el año 2067…
  Nortal es un país rico en recursos y tecnológicamente avanzado situado en el hemisferio norte del planeta. Hay abundancia de agua y grandes espacios verdes. Se respeta el medio ambiente. Sus nativos son rubios, altos y de piel y ojos claros. Disponen de amplios lugares para vivir. Su población bien alimentada tiene acceso a la educación. Se fomenta la práctica de actividades artísticas.
La última generación de adultos ha nacido en una sociedad donde se ha desarrollado un sistema de anticoncepción hormonal que erradica el deseo sexual. Como consecuencia han desaparecido las relaciones de pareja y se ha alterado el modelo de familia. Las mujeres conciben solo si lo desean y se hacen cargo en solitario del niño ya que los embarazos son siempre por fecundación in vitro eligiendo semen a la carta según las características físicas e intelectuales que se desea que posea el hijo. Se practica la eugenesia, si el feto se desvía de lo que se esperaba cuando se concibió será abortado.
Las hormonas antigestación que se suministran a toda la población, en cierta medida, han anestesiado las emociones convirtiendo a los nortalenses en personas frías y distantes.
Los nortalenses al llegar a la ancianidad finalizan de forma natural su ciclo vital y pasan al estado de “requiescate”. Pierden el cuerpo humano como soporte vital pero su conciencia se perpetúa con un soporte tecnológico y pueden continuar existiendo de forma virtual y se relacionan con sus familiares que les visitan en el lugar donde están almacenados. Les ven y charlan con ellos a través de pantallas de televisión.
  Mestasia es la antítesis de Nortal. Tecnológicamente poco avanzada y sin control de natalidad, Sus gentes muy pasionales tienen pieles oscuras y ojos y cabellos oscuros. La escasez de recursos y la superpoblación mantienen a casi todo el país en la pobreza. Una pequeña oligarquía vive con gran magnificencia. El resto de sus habitantes sobreviven hacinados en viviendas insalubres, rodeados de contaminación, guerra civil y tierras resecas y estériles. La represión y el control policial están a la orden del día.
La eutanasia está socialmente aceptada  y regulada por ley para paliar la pobreza y el exceso de población. Cuando los ancianos llegan a los 75 años se les considera una carga improductiva y les obligan a ingresar en las moradas, colonias olvidadas de moribundos, donde malviven en precarias condiciones. Llegan solo con lo puesto, no se permiten visitas de familiares y todas sus posesiones pasan automáticamente a sus herederos quienes, a veces, sobornan y mienten para conseguir un ingreso prematuro para quedarse con sus casas y bienes. Tras seis meses en las moradas se induce la muerte del anciano que difícilmente llegará a “requiescate”, hay pocas plazas disponibles y se asignan por sorteo.
  Existe un organismo supranacional, la  Organización Mundial, con un cuerpo profesional de veedores que envía a supervisar cada cinco años a los estados miembros.
Los veedores analizan sobre el terreno situaciones problemáticas y elaboran un informe con recomendaciones no vinculantes para resolver conflictos internos del país o enfrentamientos entre estados. Los gobiernos, a menudo, intentan maquillar la situación para que el informe del veedor sea favorable a sus intereses ya que aunque no tiene obligación de hacer lo que se les recomienda quedaría comprometido su prestigio y su imagen si ignoran el informe del veedor de la Organización mundial. Por su parte, el veedor a menudo ha de leer entre lineas la información que le suministran y soslayar obstáculos puestos por los gobernantes y funcionarios con cuidado de no ofender a nadie ni ocasionar problemas entre la Organización Mundial y el estado objeto de supervisión.

  En este opresivo ambiente futuro se desenvuelve la protagonista del libro. Sabina Landis, veedora de la Organización Mundial originara de Nortal, que se desplaza a Mestalia a comprobar si se han llevado a cabo las mejoras sugeridas por su antecesor en el cargo y a investigar la situación de los ancianos mestalios que han hecho llegar quejas sobre su desesperada situación.
  Sabina es una mujer “diferente”. Un genetista japonés cambió la muestra de semen elegida por su madre por una propia. Descubierto el fraude la madre se niega a abortar y da a luz una niña con rasgos asiáticos que resalta entre los nortalenses como una mancha de tinta negra en mitad de una  hoja blanca. Llena de inseguridades personales por culpa de su aspecto físico y con un alto cociente intelectual lucha en Mestalia por averiguar la verdadera situación de los ancianos y defender lo que cree correcto. Se sumergirá en una cultura radicalmente diferente a la suya y tratará de comprender y ayudar. Pronto se verá implicada en las luchas entre distintos grupos que intentarán que ponga voz a sus demandas de mejoras y justicia. Trata por todos los medios de no perder la objetividad y no dejarse llevar entre intrigas políticas y asesinatos. Poco a poco el contacto con los mestalios hace mella en ella empujándola a una rebelión interior que la llevará a aceptarse a sí misma y a reconocer su deseo de experimentar el amor y las relaciones de pareja.

  La experiencia vital de nuestra protagonista Sabina Landis sirve para argumentar en contra de la supresión de las emociones para acelerar el progreso. Su ausencia provoca un vacío que llena de insatisfacción al ser humano a la vez que suprime la fuerza y expresividad del arte. El vacío emocional llevado al extremo conduce en Nortal al bienestar social pero priva de la felicidad.
  La autora nos presenta  una versión moderna de los “sepulcros blanqueados” en las fachadas de los edificios de Mestalia, hermosas proyecciones virtuales que ocultan edificios feos y viejos, podridos por dentro, que dan sensación de belleza y riqueza pero son pura apariencia para ocultar fealdad y miseria.
  Olor a menta y muerte es una serie de yuxtaposiciones, el olor a menta (pureza) frente al olor a muerte (podredumbre). La riqueza, la paz, la frialdad, el avance tecnológico, los sentimientos anestesiados y la indiferencia del norte frente a los turbulentos sentimientos, la violencia unas veces latente y otras expresa, la pobreza, la opresión y el atraso tecnológico y cultural del sur. Una parábola sobre la sociedad humana proyectada hacia el futuro.
  La humanidad debe tener poca fe en sí misma porque es fácil encontrar relatos de futuros desesperanzados y opresivos donde eugenesia y eutanasia son moneda corriente, la represión es lo normal y la pobreza generalizada y la guerra son endémicas. No obstante siempre subsiste un espíritu de lucha que nos empuja a seguir adelante. Conservamos la esperanza de encontrar el túnel y seguir adelante creyendo con fuerza que al final nos espera si no la luz al menos unas tinieblas menos espesas.
  La historia empieza de forma un poco abrupta y hay que esperar a que avance la narración para captar algunos conceptos y terminar de hacerte una idea del contexto en el que se desarrolla. Quitando eso la verdad es que me ha gustado y no se me han hecho cuesta arriba las 463 páginas. Por otra parte la molesta moda de las trilogías y las sagas me hace mirar los finales con cierta prevención. El libro tiene un final, un buen final pero no un final definitivo, queda para mí un cabo suelto que podría continuar como historia independiente o siguiendo esta línea argumental.
  Como curiosidad. Abrí los ojos como platos al encontrarme en la novela con lo que la autora llama cagaderos que cuando son descritos resultan una recreación futurista de las letrinas públicas romanas. Los romanos colocaban en ellas unos bancos corridos donde se sentaban todos los usuarios al mismo tiempo y montaban tertulias sin ningún pudor mientras defecaban…


Sobre la autora
  Carezco por completo de datos sobre Ester Benarí a excepción de su nacionalidad Chilena, que ha residido en varios paises  y la fecha de publicación del libro reseñado: mayo de 2018.



miércoles, 8 de agosto de 2018

"El año en que salvé a Einstein" José de la Peña Aznar



  Empecé "El año que salvé a Einstein" completamente a oscuras. No conocía a su autor y no había oído hablar a nadie del libro.
  El primer capítulo me llevó a pensar erróneamente que iba a leer una historia de soldados en la I Gerra Mundial.
  Después de unas pocas páginas su protagonista,  el belga Jan van Hoff, cae gravemente herido y cuando retomamos su historia la contienda hace tiempo que terminó y está apunto de reincorporarse a su puestro de trabajo como inspector de policía en Belgica tras una baja por "neurosis de guerra". Recuperado de las heridas físicas aún sufre secuelas psicologicas.
  El primer caso que le encomienda el comisario jefe, Vincent Guide, a su vuelta es velar por la seguridad de los científicos asistentes al quinto Consejo Solvay de Física, especialmente la de los físicos alemanes invitados por primera vez  tras la firma de la paz. Contra ellos existe una fuerte animadversión ya que se posicionaron junto a su país durante la guerra y pusieron sus descubrimientos (por ejemplo el gas mostaza que tantos estragos causó) al servicio de su gobierno.
  El inspector van Hoff debe investigar posibles amenazas provenientes de muy distintos frentes.
  Unas conversaciones del policía con el profesor Ehrenfest, científico invitado a participar en el Congreso Solvay, sirven para trazar el momento político que vive europa y determinar que el riesgo más plausible de atentado contra los científicos alemanes proviene de grupos antisemitas, nazis y comunistas de la propia Alemania.
  Ehrenfest explica la situación profesional y personal de cada físico, da nociones de sus carácteres y ayuda a centrar la atención del inspector y del lector sobre un Einstein con multiples razones para ser odiado por sus compatriotas.
  Einstein es sionista además de judio. Se ha afincado en Suiza y mantiene la nacionalidad suiza junto a la alemana en un ambiente marcadamente nacionalista. Se declara pacifista en una sociedad fuertemente militarizada, socialdemócrata y partidario de la República de Weimar que cada vez cuenta con menos apoyos. Además, su fama hace que sea el más fácil de reconocer. Todos estos datos le convierten en el objetivo más probable.
  Durante esas charlas Ehrenfest instruye también a van Hoff sobre física. Hace un completo recorrido por las teorías defendidas por los participantes en la reunión.
  Conoceremos la dureza de la Guerra y sus secuelas, tanto físicas como psiquicas, en los soldados a través de los recuerdos que surgen en van Hoff durante su investigación.
  A la vez, el diario de Hans Groos, el joven alemán que intentará atentar contra Einstein, se va intercalando con la narración del policía mostrando como la caida de Alemania y las durísimas condiciones de la paz impuestas por los ganadores llevan a una radicalización del pueblo alemán que desembocará en la II Guerra Mundial.
  Lo que más me ha gustado del libro es como nos hace comprender las razones del odio exacerbado que se extiende por toda Europa. Vemos crecer el nacionalismo y el antisemitismo en Alemania, mientras el resto de países están inmersos en un fuerte sentimiento antialemán.
  Descubrimos también los paralelismos entre el método de investigación aplicado por los físicos para el desarrollo de sus teorías y el del inspector van Hoff para la resolución de sus casos.
  El "Efecto Pauli" me ha seducido por completo y la mención y los comentarios que hace el protagonista sobre la novela de Agatha Christie El asesinato de Robert Ackroyd, protagonizada por el detective belga Hercules Poirot, cuadran perfectamente con la trama.
  Un acierto es que Einstein sea una figura admirada en la lejanía. Como físico era un fuera de serie, como persona... mejor no hablar de ello.
  Lo que menos me ha gustado es la gran cantidad de física que he tenido que deglutir. ¡Qué soy de letras puras! Física, química y matemáticas no son lo mío, no necesitaba saber tanto sobre las teorías de cada físico para seguir la historia. Por supuesto hay que reconocerle al autor el mérito de que la disertación resulte comprensible para alguien tan negada en la materia como yo.
  Tanta física ralentiza la historia y hace aburridas muchas páginas para alguien que no tiene interés en la materia. Estuve a punto de abandonar después de un poco más de doscientas páginas por suerte no lo hice. La historia mejora poco después cuando realmente empieza la trama policial.

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Sobre el autor 
  Este no es su primer libro, pero sí es su primera novela. Ha optado por la autoedición entrando a formar parte del mundo de los autores indie.
Ponente, consultor, escritor y coach profesional. Actualmente es socio y asesor estratégico de la agencia de comunicación Neolabels.

viernes, 3 de agosto de 2018

"Papuchi Pachipochi Papu" Enrique García López-Corchado

  Lo que me he podido reír con este Papuchi Pachipochi Papu de Enrique García López-Corchado... ¿¿¿A quien se le ocurre poner semejante título??? Creía que Don Gonzalo Gonzalez de la Gonzalera de Jose María de Pereda se llevaba la palma en lo que a títulos retorcidos se refiere. Salta a la vista que me equivoqué. Si exceptuamos el trabalenguas que tiene por título el libro es sensacional, con una prosa ágil y divertidísima.
  No había encontrado un investigador tan desternillante desde La cripta embrujada y El laberinto de las aceitunas de Eduardo Mendoza. Para llevártelo a la playa o la piscina hay que dejar el sentido del ridículo en casa porque te vas a partir de risa y te va a mirar todo el mundo.
  El autor nos da su propia versión de la desaparición del Códice Calixtino ocurrida en 2011 en la catedral de Santiago de Compostela. Una versión loca y delirante donde el deán de la catedral encarga la búsqueda del códice robado al detective Carrascosa, de quien lo mas suave que se me ocurre decir es que está como una cabra. Su creador lo define como un híbrido entre Philip Marlow, Pepe Carvallo y Homer Simpson. Yo he visto mucho de Homer Simpson.
  Carrascosa se agencia una bella y voluntariosa ayudante con la que corre aventuras mil por la ciudad y en el interior de la catedral resolviendo la misterioa desaparición.
  Llama la atención la habilidad con la que el autor consigue que la investigación ficticia de Carrascosa y el sorprendente resultado de esta no entre en conflicto con la resolución real que dió la policía española al famoso caso.
  Hay otra novela protagonizada por Carrascosa, Esgonciando a Wenceslao. ¿Conseguré encontrarla?


Sobre el autor
Enrique García López-Corchado (Ciudad Real, 1966) es magistrado suplente y reside en Sevilla desde 1995. Fué alumno de Peces-Barba en Derecho y vecino de despacho de Guerra en Ferraz.


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