domingo, 24 de febrero de 2019

"Entre dos mundos"de Olivier Norek

  


  Adam Sarkis es miembro de una célula rebelde del ELS (Ejercito Libre Sirio) y está infiltrado como oficial en la policía militar del régimen de Bashar al-Assad.
  Ante el temor a ser descubierto decide huir a Europa con su familia, su esposa Nora y su hija de seis años, la pequeña Maya. Para evitar sospechas Nora y Maya marchan primero y el resistirá unos días mas en su puesto. Planean reunirse en Calais (Francia) en un campamento de refugiados  llamado "La Jungla" para después entrar en Reino Unido donde vive el hermano de Nora.
  Adam pierde el contacto con su mujer e hija cuando estas salen de Trípoli (Libia) para atravesar el Mediterráneo en una lancha de traficantes de personas en dirección a Italia y no vuelve a tener noticias suyas. Cuando llega solo a Calais, ya en La Jungla, enseña la foto de su familia a todo el mundo y las busca sin descanso.
  Una noche, en el campamento de refugiados, rescata a un niño sudanés de unos afganos que lo utilizaban como juguete sexual. Al acompañar al niño a un hospital conocerá a un policía francés recién trasladado a Calais, Bastien Miller, también casado y con una hija.
  Bastien ha pedido el traslado a Calais porque su esposa Manon tiene una fuerte depresión y piensa que junto a su madre que reside allí puede mejorar. Su hija Jade tiene catorce años y se ve obligada a madurar deprisa debido a la situación familiar.
  Entre el teniente Miller y el capitán Sarkis surge una cierta afinidad propiciada por Adam que se ofrece a ser los ojos y los oidos del teniente Miller en La Jungla.

 El libro aborda de forma descarnada una temática muy actual, la huida de miles de personas desde los paises en guerra del tercer mundo hacia el primer mundo.
  Seguimos a la familia Sarkis en su huida y a través de su periplo tomamos conciencia de la dureza extrema de ese viaje y las terribles situaciones que deben enfrentar quienes lo emprenden.
  Una vez en Francia el autor nos muestra las dos caras del problema. El dilema moral que hay en Europa sobre la inmigración. No puede devolverse a toda esa gente a sus paises de origen, ya que significaría su muerte, pero tampoco puede acogerse a un número infinito de ellos. Mientras que vistos de uno en uno tienen terribles histórias personales que incitan a ayudarles y acogerles, considerados como grupo son un grave problema social que provoca miedo y rechazo.
  Encontramos en Calais una ciudad que se ha visto obligada a acoger miles de inmigrantes que no se pueden expulsar de suelo francés y que tampoco puede integrar en su tejido social. Provienen de lugares sumergidos en conflictos terribles, han vivido experiencias espantosas que les han cambiado para siempre y su cultura y su modo de vida nada tienen que ver con el nuestro. Son la causa de violentos incidentes que están ahogando la economía de una ciudad que hasta hace poco era destino turístico y lugar de paso de mercancías. El peligro que supone la masa desesperada de gente que se ha concentrado allí es la causa de que los turistas se dirijan a otros destinos y los transportistas también empiecen a buscar otra base desde la que cruzar la frontera con Inglaterra. Eso significa paro y pobreza para los ciudadanos de Calais.
  Las ONG amparan y auxilian en la medida de lo posible a la ingente masa humana concentrada en La Jungla. Los ciudadanos y autoridades se debaten entre el discurso moral "bien visto" y el odio provocado por todos los problemas que acarrean. Reino Unido paga una cifra escandalosa a la U.E. para que el problema se quede en Francia y les salpique lo menos posible.
  Los inmigrantes viven inmersos en un mundo plagado de gente dispuesta a hacer negocio con su miseria. Dentro del propio campamento de refugiados hay mafias que controlan el "derecho de paso". Nadie que no les pague el peaje podrá intentar cruzar hacia Reino Unido. Dentro de La Jungla rige la ley del más fuerte, debes integrarte en un grupo para estar protegido y nada es gratis.
  En ese ambiente de violencia y desesperación se produce el encuentro de los dos protagonistas de la novela, Adam Sarkis y Bastien Miller. Olivier Norek elige a dos hombres con grandes similitudes: casados, con una hija, policias de profesión, con conciencia pero dispuestos a saltarse las normas en busca de la justicia. A la vez nos muestra el enorme abismo cultural que los separa, cosas que para Adam son normales y que asume sin pestañear han de ser edulcoradas para no herir la sensibilidad de los franceses. Dos hombres iguales y al mismo tiempo muy diferentes.
  Me llama la atención el uso reiterado de la palabra "migrantes". Siempre han sido emigrantes, aquellos que se van, e inmigrantes, los que vienen de fuera. ¿Por qué esa moda de quitar el prefijo?
   Estamos ante una gran novela, cruda y conmovedora, que no puede dejar indiferente a ningún lector. Su trama absorve desde el primer momento y proporciona una visión diferente del problema de esas oleadas de inmigrantes que mantienen a Europa en vilo.

Sobre su autor
  Olivier Norek nace en 1975 en Toulouse (Francia). A los 17 años se marcha de Francia a colaborar en una misión humanitaria.
   En 1995 ingresa en la policia en el departamento judicial de Sena-Saint Denis (al norte de París) donde llega al grado de teniente. En 2011 pidió una excedencia para poder dedicarse a escribir.

sábado, 9 de febrero de 2019

"La Primera Catedral" de Mariano Ruiz Guasch


  Diego Vázquez, profesor de historia de la Universidad de Compostela, viaja hasta Cartagena para asistir al funeral del que fue tutor de su tesis doctoral: el profesor Jaime Fuentes.
  En el cementerio se acerca a dar el pésame a Sonia, la hija del difunto profesor. Ella le comenta que su padre pensaba llamarle, seguramente para hablarle sobre el material en el que estaba trabajando, y le invita a acompañarla al despacho del profesor Fuentes para examinar sus papeles. Una vez allí Sonia le regala a Diego unos libros sobre el apóstol Santiago y la llegada del cristianismo a Hispania que pertenecían a su padre.
  Cuando Diego se dispone a abandonar la ciudad sufre un robo. Curiosamente el asaltante ignora los objetos de valor que lleva encima y solo sustrae los libros del viejo profesor Fuentes que, aparentemente, no son valiosos ni particularmente difíciles de encontrar.
  A pesar del escaso valor material de lo robado, Vazquez decide poner una denuncia viendose obligado a posponer su marcha de la ciudad. Cuando contacta con Sonia para notificarle el destino sufrido por los libros descubre que el despacho de su padre también ha sido desvalijado.
  A partir de ahí nacen dos investigaciones:
 Diego Vázquez y Sonia intentan averiguar por su cuenta que hallazgo ha podido realizar Jaime Fuentes y si le ha podido costar la vida. Antes de darse cuenta se ven inmersos en una peligrosa lucha de poder entre dos antiguas órdenes religiosas y el Obispado de Cartagena.
  Por otra parte, el inspector Barrancos, hosco y duro, que no siente ninguna simpatía por los intelectuales, es quien se ocupa de mala gana de tramitar la denuncia de Diego y la posterior investigación del robo de los libros. Poco a poco se da cuenta de que en ese caso aparantemente insignificante las cosas no son lo que parecen y que hay gente poderosa y peligrosa dispuesta a llegar muy lejos por unos libros que en principio no valen nada.

  Cualquier cartagenero se sentiría atraido por este libro, es un tema muy nuestro. Las ruinas de la Catedral Vieja están integradas en el casco histórico de la ciudad y  para nosotros es la primera catedral de España, la mas antigua. Las leyendas locales cuentan que el Apóstol Santiago desembarcó en nuestro puerto, en el barrio pescador de Santa Lucía, y por aquí entró el cristianismo a España.
  El autor ha sabido captar ese sentimiento de la ciudad y recoger las tradiciones locales sobre el tema. La trama presenta una atractiva mezcla de historia y ficción aprovechando las historias populares de la zona para el libro. Yo, que me paseo mucho por la ciudad, he reconocido todas sus calles y los edificios descritos en el libro con fidelidad.
  Aunque al final el libro no ha alcanzado las espectativas que puse en él. Es una historia entretenida y sin mayores complicaciones. Fácil de leer, pero un poco floja, con unos personajes que a ratos no resultan convincentes.
  No me gusta la visión tan edulcorada que da la novela sobre el profesorado y la enseñanza. Se me ocurre que quien habla así ha debido tener mucha suerte con sus profesores, mi experiencia personal me inclina a pensar de forma mucho más ácida. Encuentro un poco cursis las conversaciones sobre el tema entre Vázquez y Sonia.
  Hay ideas relevantes en el texto. Sobre la historia nos dice que no es inamovible. La escriben siempre los vencedores, por tanto es posible descubrir datos que obliguen a reescribirla. También queda reflejada en varias ocasiones la importancia de la fe. Nadie necesita la demostración científica de la veracidad de una creencia o la autenticidad de una reliquia. La fe es creer en algo sin pruebas. No hay problema porque demuestren que una reliquia es falsa, la gente seguirá creyendo en ella, es una cuestión de fe. Lo realmente peligroso es demostrar que algo es auténtico creando controversia con lo que estaba establecido y dividiendo a los creyentes o haciendo que pierdan su fe.
  A lo largo de la novela se pone de relieve como detrás del interés por mantener determinadas creencias o tradiciones muchas veces lo que hay son cuestiones meramente económicas.
  Finalmente me llama la atención la visión tan "de película" que nos da el libro de un entierro. He estado en unos cuantos en el cementerio que se menciona y puedo asegurar que ni hubo cura ni se echó tierra en las fosas.
 

Sobre su Autor
  Nace en Sabadell (Barcelona) en 1979. En 1982 llega a Cartagena (España) y actualmente reside en Aljucer (Murcia).
  Se licenció en Historia del Arte (Universidad de Murcia 2004).
  Comienza a publicar en 2009. Actualmente trabaja en Cartagena, la ciudad donde situa la acción de su libro.