domingo, 31 de enero de 2021

"Memorias de una salvaje" de @srtabebi

  Kassandra es la hija de un mafioso, una niña en un mundo de hombres. Hombres crueles, sin sentimientos, ambiciosos, que solo hablan el lenguaje de la violencia y el dinero.

  Jacobo, el padre de Kassandra, es asesinado por una deuda de juego dando un vuelco a la vida de esta y a la de su madre. Deben vender todo lo que poseen para saldar esa deuda, de la noche a la mañana pasan de una vida acomodada a un día a día lleno de estrecheces, pero lo peor está aún por llegar.

  Un buen día los socios de Jacobo reaparecen reclamando una nueva deuda de la que ni Kassandra ni su madre tenían noticia. Como pago exigen que Kassandra ejerza de recepcionista en un prostíbulo que ellos regentan.


  Me gusta saber que leen mis hijos. Cuando uno de ellos llega con un libro en la mano y tendiéndomelo dice: "toma mamá, tienes que leerlo, es buenísimo" nunca rechazo el ofrecimiento.

  Probablemente porque me lo prestó mi hijo mayor he pensado muy despacio que opinión me merecía. No soy tan absolutamente entusiasta como él sobre el libro. Algunas partes me han parecido buenas, otras digamos que menos buenas, pero desde luego tengo que agradecer a Bebi Fernández muchas charlas con mi hijo respecto a los temas que toca la historia: trata de mujeres (que ahora ya no se dice "trata de blancas" porque eso es racista), abuso sexual en la infancia, prostitución, mafia, corrupción, violencia, superación, feminismo. Es inevitable que la perspectiva a los veinte años sea diferente de la que tienes después de los cincuenta, pero espero que algo de lo que hablamos haya calado en él y con el tiempo de frutos. 

  Vamos a encontrar ideología de género hasta en la sopa, lógico siendo la autora una activista feminista muy beligerante. El mensaje de que todos los hombres son "malos" subyace en todos los rincones de la novela. Los hombres siempre explotarán y oprimirán de una forma u otra a las mujeres, no sienten cariño ni respeto por ellas. En algún lugar del texto encotraréis un guiño a "Los hombres que no amaban a las mujeres".

  La historia,  muy comercial, ha sido pensada  para gustar a una amplia mayoría, sobre todo público adolescente, que empatizará deprisa con su protagonista, Kassandra,  en apariencia frágil, menuda y con voz infantil, pero que en su interior esconde una fuerza y una ira infinitas.

  Hay muchas frases con "significado profundo", de esas que la gente subraya y copia. Resulta chocante encontrar palabras como diacronía y oximoron o expresiones como "ritualismo mertoniano" que no están al alcance de todo el mundo. No se si la autora pretende ampliar el vocabulario de sus lectores o demostrar que está por encima de ellos.

  Bebi Fernández demuestra un amplio conocimiento sobre el mundo de la trata de mujeres y los métodos de sometimiento empleados por los proxenetas con las mujeres obligadas a ejercer la prostitución. La ambientación es muy buena, claro que siendo la autora criminóloga era previsible que eso lo bordara. Nos describe un mundo donde hombres sin escrúpulos someten mediante la violencia y el miedo a las mujeres hasta convertirlas en esclavas dóciles y obedientes para ser explotadas sexualmente, meros objetos que si se rompen se desechan.

  El romance juvenil entre "K" y el dueño del gimnasio que la enseña a luchar da unas pinceladas de luz a la oscura historia de su vida. En general la trama es bastante previsible, pero eso no le resta interés.

  A partir de aquí vas a encontrar algún que otro spoiler, así que si continuas leyendo será bajo tu responsabilidad 😉.

SPOILER

  Algo curioso, mientras leía sobre los mafiosos del este, pensaba en la tendencia actual de "romantizar" a los Vikingos, la versión antigua de los "Hombres de Hielo": extremadamente violentos, brutales, despiadados, violadores, asesinos, ladrones... Claro que en una sociedad donde se convierte en héroe de una novela a un capo mafioso o a un asesino en serie te puedes esperar cualquier cosa.

  Más cosas curiosas, la protagonista es Kassandra, con "K". Me pareció una tontería, hasta que lo enlacé con las piezas de ajedrez. "K" de King, porque kassandra está destinada a ser el rey del tablero, nada de Q, no es "Queen".

  Dije antes que la trama es previsible, tanto que desde el momento en que la enfermera menciona el contraste de color entre Kasandra y sus padres tuve claro que tarde o temprano saldría a la luz su origen.

  Ese interés "especial" del jefe de la mafia del este en ella y trato que recibe deja también intuir que está siendo adiestrada para, ser "la reina" de ese imperio. También queda claro que no se dejará domar, que luchará y vencerá o morirá.

  Y ahora una parte de la historia que no me gusta en absoluto. Hacia el final, Kassandra se convierte en una especie de ninja. Un final sangriento, pero menos peliculero me hubiese gustado más. Resulta muy poco creíble. Tan poco creíble como un chico gitano que regenta un gimnasio, que es profesor de krav magá y es tan liberal y feminista como para ser el único hombre capaz de llegar al corazón de la protagonista.

  Por cierto, los diálogos para besugos en los combates de krav magá entre profesor y alumna tampoco me gustan nada.

Sobre su autora

  Poco se sabe de la persona que se esconde tras el pseudónimo "Bebi Fernandez", ya que ese es su expreso deseo.

  Alicantina, nacida en 1992, graduada en Criminología y especializada en Violencia de Género, Intervención Criminológica y Victimológica y Delincuencia Organizada.

  Su cuenta de Twitter es entre las anónimas una de las que cuenta con más seguidores.

  Es autora de dos libros de poesía y "Memoria de una salvaje" es su primera novela, primera parte de una bilogía.