La historia arranca en Venecia, en septiembre de 1716. Giovanni Sforza es un prestigioso "lector de cadáveres" (es decir, forense) veneciano. Tiene una hija, Caterina, que le acompaña en sus visitas de trabajo y ejerce como aprendiz. Caterina tiene un sueño, acudir a la Universidad de Padua y estudiar medicina. Además es la afortunada poseedora de una bellísima voz especialmente dotada para el canto.
Una noche, volviendo a casa, padre e hija encuentran el cadaver de una joven cruelmente asesinada. Giovanni cree saber la identidad del asesino y decide encararlo. Esa acción le cuesta la vida.
Tras la muerte de Giovanni continuan apareciendo cadáveres de jóvenes asesinadas y Caterina utiliza los conocimientos que le ha transmitido su padre para buscar por su cuenta al asesino. Todo hace pensar que la persona que ha matado a las muchachas es también el asesino del doctor Sforsa.
Mientras tanto, Felipe V de España enviará a Alfonso Guardi, Marqués de Luna Blanca, capitán de la Guardia de Corps y hombre de su confianza, a Venecia en busca de apoyo político para recuperar Sicilia y Cerdeña. El precio de ese apoyo será encuentrar al asesino de la hija ilegítima del Conde Roberto Buonarotti.
Es ahí donde se cruzarán los caminos del capitán Guardi y la señorita Sforsa. Ambos buscan al mismo asesino aunque por motivos diferentes, que los harán aliarse o rivalizar según las circunstancias, y pronto surgirá una poderosa atracción entre los dos.
La novela conjuga fabulosamente varios géneros pudiendo ser encuadrada en cualquiera de ellos. Es un thriller que engancha desde sus primeras páginas con una historia muy bien montada. Desde luego es novela histórica y está muy bien documentada. Por último podría catalogarse también como novela romántica.
La autora nos regala maravillosas descripciones que reflejan la grandiosidad y el lujo de la corte de Felipe V. En el caso de Venecia nos la enseña a través de sus palabras con tal maestría que casi vemos los puentes y canales, sus palacios y sus gentes. Quedan patentes las traiciones y engaños que se esconden en todas sus esquinas. Se respiran conjuras en el ambiente de una ciudad tan hermosa como letal.
Considero un acierto las pequeñas y delicadas pinceladas sobrenaturales que nos sorprenden de vez en cuando en el texto. Contribuyen sin duda a darle un halo de misterio a la ciudad que adquiere personalidad y vida propia.
Quizá, el hecho de ser guionista, sea la razón de que las descripciones sean tan buenas y certeras que nos permiten visualizar los escenarios en los que se desarrolla la novela con gran facilidad.
Llama la atención el uso de un lenguaje muy poético, pero en absoluto empalagoso, que ayuda a sumergirnos en la época en que se desenvuelven los personajes.
Contribuye a la ágil lectura la brevedad de los capítulos que siempre nos dejan a la espera del siguiente, queriendo saber más. De la historia se puede decir que es compleja, está bien desarrollada y muy bien resuelta.
Los personajes resultan reales y creibles en todo momento al igual que el universo en que se desenvuelven. Si acaso, y por quejarme de algo, hay un exceso de reivindicaciones feministas. Es cierto que la situación de la mujer en aquella época era dura y precaria y seguramente habría mujeres que luchasen por sus derechos pero no tantas como se ven en esta novela.
Destaca, además de los protagonistas, el personaje de Madame Chevalier, mujer compleja con muchas facetas, cuyo papel en la historia va siendo mayor y más decisivo conforme avanza la narración.
La autora se reserva hasta el último instante la identidad del culpable y nos regala un final inesperado. Un final que no llega hasta la última página y que nos dá una estupenda visión de la inteligencia del capitán y su capacidad de comprender a los demás.
Sobre su autora
Marina G. Torrús nace en 1971, en Madrid. Se licenció en Ciencias de la Información y hace más de veinte años que es guionista de series de ficción, programas de entretenimiento, series de animación y concursos. También figuran en su haber diez novelas infantiles de la colección "El pequeño Leo da Vinci" publicadas por Alfaguara.
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