sábado, 17 de noviembre de 2012

"Esclavos de una obsesión" Anne Perry




   Una nueva entrega de las aventuras del detective William (que no Adrian) Monk y su esposa Hester en la Inglaterra victoriana.
   Tras el asesinato de un vendedor de armas su viuda contrata al Sr. Monk para localizar a su hija que se ha fugado con el presunto asesino de su padre, un americano que quería convencerle para que vendiese su mercancía a los unionistas y no a los secesionistas que habían contactado antes con él e incluso le habían dado un anticipo a cuenta.
   Monk y Hester viajan juntos hasta América en pleno inicio de las hostilidades de la Guerra de Secesión.
   La verdad es que intuí quien era "el malo" practicamente antes del asesinato. No está mal la novela pero no es de las que más me ha gustado de la serie. Para mi la mejor es "El rostro de un extraño", la primera de todas.
   El comienzo y el desarrollo están bien pero encuentro el final un poco embarullado y precipitado, tantas vueltas para acabar en un par de páginas y a toda prisa me han dejado un poco perpleja. Quizá lo que más me ha chocado es la obsesión en sí del presunto asesino por defender la libertad frente a la escalvitud. Me parece algo artificial, no veo a ninguno de esos defensores a ultranza acogiendo como igual a un negro esclavo de una plantación, por eso no me cuadran esas encendidas diatribas por la liberación de los esclavos. ¿Es posible defender a nivel intelectual la liberación de los esclavos y en la práctica rechazar todo lo que implica que sean libres en todas aquellas facetas en las que nos afecte? Las razones para perseguir la abolición en el norte de EEUU eran puramente económicas, necesitaban trabajadores "buenos, bonitos y baratos" para sus fábricas en plena expansión económica.

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