martes, 25 de febrero de 2020

"El único hombre vivo" de Mario Gómez Giménez


28 de junio de 2019, Barcelona, España.
   De repente estalla la violencia en la ciudad. Grupos de personas incontrolables y coléricas protagonizan altercados por todas sus calles. Pronto las fuerzas del orden se ven superadas por esos individuos que atacan y agreden sin motivo a todo el mundo.
  Alex Torrent, Mosso d'Escuadra, y su compañera de patrulla, Julia Romeu, intentan hacer frente a la situación pero ante la magnitud de lo que sucede se ven obligados a refugiarse en la comisaría. Allí tendrán que resistir el asedio.
  Eva Llul, periodista de investigación, dirige el equipo "Descobreix" de TV3. Su jefe los envía a cubrir los incidentes de Barcelona. No tardan en averiguar que el gobierno oculta a la opinión pública lo que ocurre en la ciudad y se sumergen en una frenética búsqueda de la verdad.

  El de los zombis no es el género en el que mejor me muevo, pero no me importa salir de mi zona de confort. Esas salidas aportan interesantes descubrimientos como esta novela.
  Su autor desarrolla dos historias paralelas, la de Alex Torrent, contada en primera persona por el propio Alex, y la de Eva Llul, contada en tercera persona por un narrador omnisciente. Dos personajes bien construidos en torno a los que giran los dos hilos argumentales. Él no es un héroe sacrificado, es un superviviente y ella no sólo ha emprendido una cruzada en pos de la verdad, también piensa en el éxito profesional y las repercusiones para su carrera periodística.
  Por un lado, de la mano de Alex, asistes a una lucha desesperada por la supervivencia en una Barcelona apocalíptica infestada de zombis y por otro acompañas a Eva en una búsqueda a contrarreloj de información veraz sobre lo que ocurre en una ciudad sitiada por tropas de élite de varios países y de la que nada ni nadie puede entrar o salir.
  La novela se desarrolla en unos pocos días. El paso del tiempo se va midiendo por las publicaciones en las versiones digitales de varios periódicos de ámbito nacional. Como en toda conspiración a nivel gubernamental que se precie, los periódicos mienten obligados por el gobierno o bien se venden a él. Son los blogueros independientes quienes empiezan a sospechar que las cosas no son tal y como los medios oficiales cuentan.
  El recorrido por Barcelona de los supervivientes a la catástrofe huyendo de las hordas de zombis casi puede seguirse con un callejero de la ciudad. El escenario, minuciosamente  descrito y planificado, es fácil de "ver con los ojos de la mente". Considero un gran acierto por parte del autor situar la acción en una ciudad que conoce. Eso ha dado gran verosimilitud a estas escenas. Tal vez una ciudad como Nueva York sea un telón de fondo más popular para una novela  de este tipo, pero esa elección hubiese obligado al autor a una gran labor de investigación con resultados inciertos o a arriesgarse a inventar y cometer errores.
  Para mi gusto hay excesivas descripciones físicas y del carácter de los personajes. Muchos de ellos carecen de trascendencia para la trama o sólo nos acompañan unas pocas páginas y una vez cumplido su cometido desaparecen. No merecía la pena dedicar tanto tiempo a contarnos minuciosamente como son o como visten. Lo mismo ocurre con los helicópteros o el armamento. Habrían bastado unos pocos datos.
  No debemos perder de vista que estamos ante una primera novela de un autor joven.  Una interesante y absorvente primera novela, con algún defecto, pero que invita a pensar que con la siguiente va a ir a más y a mejor. Por mi parte quedo a la espera del desenlace de esta historia.

Sobre su autor 

  Mario Gómez Giménez nace en Barcelona en 1986. Gran aficionado al género de terror y gran lector, pronto decide escribir su propia novela. Así nace "El único hombre vivo", su primera novela. Como muchos autores nobeles opta por la autopublicación. 

2 comentarios:

  1. Yo soy poco de género fantástico y nada de zombis ja, ja!! Lo dejaré pasar.
    Saludos.

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    1. Es mi primera incursión en el género. A veces hace falta probar algo nuevo 😉.

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