jueves, 9 de diciembre de 2021

"El ocaso de los días" de Ariel Zorion




  La inspectora Kisha Jennings ha recibido una llamada de la forense con la que habitualmente trabaja. Su marido, un prestigioso psiquiatra, ha desaparecido sin dejar rastro.

  Kisha no puede fallar a su amiga y emprende una frenética búsqueda, ya que a mayor tiempo transcurrido menores posibilidades hay de localizar con vida a un desaparecido.


  En esta segunda parte de la trilogía "Ocaso" encontramos a Kisha justo donde la dejamos al final de la entrega anterior, recuperándose de sus heridas y tratando de sacar adelante su relación con Derek.

  Es preferible llegar a "El ocaso de los días" tras haber leído "La hora del ocaso", pero si no lo has hecho (será una pena porque te habrás perdido una novela estupenda) la autora proporciona la suficiente información como para que sea posible seguir el hilo de la historia.

  Durante la investigación de la desaparición del doctor Johnson aflorarán las tensiones entre la protagonista y su pareja. Ambos deben superar sus inseguridades si quieren que su relación funcione. Él teme que ella se vuelva imprudente y ponga su vida en peligro y a ella le aterra que él no aguante la presión y la abandone.

  Tanto los protagonistas como los personajes secundarios están muy bien construidos. La autora presta gran atención a las motivaciones que les han conducido hasta la situación actual, los porqués de los hechos y las consecuencias que se derivan de ellos ocupan un lugar importante en la historia. Mientras en el primer libro de la trilogía prevalecía la acción en este segundo se da mucho más protagonismo a la psicología.

  La autora desarrolla tres historias simultáneamente en el libro, la investigación en la actualidad de una desaparición, un suceso ocurrido hace veinte años que de alguna manera intuyes que desembocará en los hechos investigados en el presente y un tercer hilo narrativo, donde una inquietante presencia va tejiendo una sutil telaraña para atrapar en ella a la inspectora Jennings. Las tres líneas están perfectamente desarrolladas, sin cabos sueltos ni fisuras, Ariel Zorion nos conduce con pluma firme y ágil hacia un desenlace que, aunque resulta más o menos previsible, va a mantener viva la tensión hasta la última página.

  Ha sido un placer seguir las andanzas de Kisha, sus intuiciones y sus deducciones, sintiendo su frustración por los reveses en la investigación o las pistas que acaban en una vía muerta y celebrando con ella cada avance hacia la resolución.

  Creo que uno de los puntos fuertes del libro es la forma en que empatizas con los personajes, como "entiendes" lo que ocurre y eres capaz de ver hacia dónde te lleva. Otra cosa que me ha gustado mucho es la forma en que Ariel Zorion juega a la vez con esa sensación de aparente normalidad y calma en una superficie que oculta atrocidades, manejando muy bien ese terror que anida en la vida cotidiana, que se intuye pero que preferimos ignorar porque nos perturba y que acaba engendrando monstruos.

  De nuevo, al igual que en "La hora del ocaso", me ha sido mucho más fácil conectar con el carácter impulsivo y brusco de Kisha, en la que percibo voluntad de cambiar hábitos y el deseo de que la relación con Derek funcione. La sensación de que Derek espera que todos los cambios procedan de Kisha es el motivo de que no me acabe de gustar el personaje.

  Algunas pinceladas de la autora me han dado que pensar. Tal vez se reserva algo sobre Kisha y su pasado para la próxima entrega, algo que la empuja a enfrentar el peligro sin medir consecuencias.

  La novela nos proporciona un final cerrado para la investigación en curso manteniendo la tensión emocional en su punto álgido en los capítulos finales. Nos ofrece también un puente hacia la tercera y última entrega de la trilogía ya publicada.



Sobre su autora
  La salmantina Ariel Zorion nació en el año 1977. Estudió Periodismo, Pedagogía y Psicología y trabaja en el mundo de la educación.
  Cuenta en su haber con más de 10 libros publicados.

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