Mar hace años que abandonó Madrid por problemas familiares y no piensa volver. Ha construido su vida en Barcelona junto a un grupo de amigos a los que considera su familia.
Casi todos en el grupo tienen pareja, pero Mar no, ella no consigue ser fiel a un solo hombre. Tal vez es porque aún no ha encontrado el amor o quizá no sabe cómo querer.
Las parejas que la rodean tratan de ayudarla a clarificar sus ideas haciendo una lista de aquellas señales inequívocas que te hacen descubrir que un hombre es "el hombre de tu vida". Así, cuando lo encuentre, podrá estar segura de que es la persona correcta.
Javi nada más ver a Mar la reconoce como alguien de su pasado. No sabe si ella no recuerda quién es o si se está burlando de él haciendose la despistada. Lo que si sabe es que ella le hace sentir cosas. Si le dice que la conoce y de qué, probablemente ella se cerrará en banda sin darle una oportunidad. Si se calla y ella lo descubre después la perderá...
La autora alterna un capítulo narrado por cada uno de los protagonistas en primera persona, pero uno empieza donde el otro lo dejó evitando aburridas repeticiones. A menudo encontramos intercalados en el texto toques de humor, algo más acidos en el caso de Mar y sus amigas que en el de Javi.
Confieso que ambos personajes me han sacado de mis casillas en algún momento, sin embargo han superado mis expectativas en el momento álgido de la historia reaccionando los dos de una forma madura y mesurada que no esperaba.
La autora se centra primero en el coqueteo y las dudas que atenazan a los protagonistas frente al comienzo de una relación y más adelante en los escarceos de Mar y Javi. A lo largo de toda la historia Laia Andía Androher consigue mantener el interés por el motivo que llevó a Mar lejos de Madrid y la tensión de la espera por ese conflicto que ha de originarse necesariamente cuando la verdad salga a la luz.
Creo que la historia ha encontrado un buen final, no obstante para mí falta un poco de concreción en los motivos del enfrentamiento entre Mar y su familia que la autora deja esbozados, un poco a nuestra imaginación.
Durante toda la narración subyace la idea de que aquellos a quienes consideramos familia no tienen porqué ser el grupo en cuyo seno hemos nacido, algunas veces nuestro corazón elige como familia a las personas que nos apoyan y protegen en los momentos difíciles, en definitiva, aquellos que nos aman y saben demostrarnos su cariño.
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