Este verano mi hijo me pidió un libro. Tenía que leerlo y resumirlo como parte de sus deberes estivales.
Ni corta ni perezosa me puse a rebuscar en las estanterías y tropecé con Salgari. De niña me gustó con locura. De nuevo llegué a los libros a través de la televisión. Toda mi generación vio aquella serie de televisión donde Sandokan/Kabir Bedi al frente de los Tigres de Mompracem semana tras semana corría aventuras.
Yo, que soy impaciente, busqué el libro para saber como acababa cuanto antes. Y cuando terminé con ese seguí buscando más libros de Salgari.
El protagonista de La hija de los faraones, Mirinri , que ha pasado toda su vida en el desierto con un viejo y severo sacerdote descubre dos cosas: Que es el legítimo faraón de Egipto, su tío le ha usurpado el trono tras la misteriosa muerte de su padre, el anterior faraón, y que una joven, a la que salvó de ser devorada por los cocodrilos mientras se bañaba en el Nilo y de la que se ha enamorado perdidamente, es la hija del usurpador.
Las aventuras de Mirinri para recuperar el trono y conseguir a su amada resultan estupendas a cualquier edad, tanto mi hijo como yo las hemos disfrutado. Además hemos contado con el placer añadido de compartirlas.
Salgari es fantástico. Hay que leerlo más. Te aconsejo la campana de plata y los hijos del aire.
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