martes, 6 de noviembre de 2018

"La balada del niño que quería un abrazo" Baptiste Beaulieu



  Jonas hace sus prácticas de medicina en la planta de pediatría de un hospital. Allí conoce a Noah, un niño de siete años que padece leucemia. Rápidamente se establece un fuerte vínculo entre ambos y el médico se aplica con todas sus fuerzas y su imaginación desbordante a aligerar la vida del pequeño paciente.
  Jonas junto al resto del personal del hospital juzgará duramente a la madre de Noah que apenas visita a su hijo y acaba por desaparecer.
  La novela está llena de ternura y humor amable que suavizan el trasfondo de tristeza que empapa todas sus páginas.
  El autor sigue dos lineas de narración articuladas en torno al "Desgarro" (la muerte de Noah). Antes del Desgarro donde Jonas se encariña cada vez más con Noah, Después del Desgarro cuándo Jonas emprende una deseperada búsqueda de la madre de Noah intentando encontrar un por qué al abandono que ha sufrido el niño.
  Ambas líneas se inician a la vez, alternándose un capítulo de una y otro de la otra, y concluyen a la vez regalándonos un final hermoso e inesperado.
  Para mí la historia está llena de referencias religiosas, empezando por la forma de medir el tiempo en antes del Desgarro y después del Desgarro como ese antes de Cristo y después de Cristo que colocamos en las fechas.
  La madre de Noah fue una estudiante de teología obsesionada con la figura de la Virgen. Las dos comparten nombre, María, las dos son madres, las dos perderán a su hijo.
  Desde Roma, presente del cristianismo, María peregrinará a Jerusalén, pasado de la religión cristiana. Se simultanea un viaje en el espacio con el viaje en el tiempo que hará la novela desde el presente de María hacia su pasado en busca de las causas de su comportamiento.
  Jonas en su desesperada búsqueda de María acabará en Navidad en Jerusalen, donde hoteles, hostales y pensiones tendrán colgado el cartel de completo y buscará cobijo en un parque, bajo unos matorrales y rodeado de nieve. Como aquella familia que, también en Navidad, buscó refugio en un portal en Belén porque todas las posadas estaban llenas.
  Noah va a morir en la habitación 33 (la edad de Cristo al morir) y su muerte (martirio, porque morir de cancer no es fácil) marcará un antes y un después en la vida de su madre y de su médico. Los dos repasarán sus vidas e intentarán enmendar sus errores.
 La novela trata un tema difícil, la depresión posparto y el rechazo de una madre por su hijo. Muestra también la dureza de la sociedad juzgando a una mala madre y como el padre está exento de esa exigencia de amor y entrega al hijo. Complicado es también abordar la muerte de un niño, Beaulieu hace gala de una gran delicadeza y sensibilidad.
  La mentira tendrá un papel protagonista. Una pequeña mentira lleva a otra un poco mayor y esta a una mentira enorme, llegando a convertir toda la existencia de una persona en una gran mentira. Salir de esa amalgama de mentiras por un lado es liberador, por otro es todo un cataclismo que sacude hasta los cimientos una vida.
  Baptiste Beualieu tiene la habilidad de hacernos sonreir, llorar y pensar todo a la vez. Me he encontrado con una sonrisa en los labios mientras se me escapaban lágrimas de las de verdad a raudales. He comprendido a sus personajes empatizando con ellos y les he seguido en su viaje interior en busca de la verdad y la paz consigo mismos. La historia es triste pero como en una tragedia griega ejerce un efecto catártico dejándonos una sensación de sosiego al acabar.

Sobre su Autor
  Es un medico francés nacido en 1985. En 2012 crea un blog llamado Alors Voilà con el que se da a conocer y en el que narra con humor anécdotas del hospital donde hace las prácticas. El blog cosecha un gran éxito e incluso recibe el premio Alexander-Varney por él. Poco después reune todas las entradas del blog confeccionando con ellas su primer libro: "La vida no es tan grave".

No hay comentarios:

Publicar un comentario