Ha desaparecido la pequeña Nea. Tiene cuatro años y vive en una granja de las afueras de Fjällbacka donde, treinta años atrás, desapareció otra niña de la misma edad y similares características, que poco después fué encontrada asesinada. El policía Patrik Hedström se encarga de la investigación y contará con la ayuda de su mujer, la escritora Erica Falck, que casualmente cuenta con mucho material sobre el antiguo caso, ya que su próxima novela iba a versar sobre él.
Paralelamente se desarrolla una historia situada en 1671. La conexión entre esta línea temporal y las otras dos no nos será desvelada hasta, literalmente, la última página del libro.
"La bruja" es la última novela de la serie de Los Crímenes de Fjällbacka y me he lanzado a por ella sin leer ninguna de las anteriores. Probablemente algunos de los personajes me resultarían conocidos si hubiese leído alguna de las precedentes, pero no ha supuesto gran problema saber quien es quien y situarme en el contexto gracias a la extensa y detallada presentación que hace la autora de todos ellos.
La trama es muy compleja y está trabajada al máximo sin dejar nada al azar. Se dearrollan tres líneas temporales (en la actualidad, hace treinta años y en el siglo XVII) y cuatro historias simultáneamente. Tenemos el caso de Stella hace treinta años, la primera de las dos niñas. En la época actual se desarrolla la historia de Nea, la segunda niña desaparecida, y la de dos adolescentes, hijos de las dos mujeres que en su día, siendo niñas, fueron acusadas de la muerte de Stella. Por último está la historia del siglo XVII, un relato corto intercalado en la historia del crimen de Stella y el de Nea y que podría funcionar perfectamente como novela independiente.
El hilo conductor que une toda la novela es la caza de brujas. No es cosa solo del pasado, en el presente el miedo a los monstruos, a lo diferente y lo desconocido nos lleva a perseguirlo como una moderna "caza de brujas".
Tenemos hace treinta años a dos niñas que son presionadas hasta confesar un asesinato, del que podrían ser o no responsables, por la necesidad de los adultos de encontrar un culpable para sentirse a salvo. Y tenemos a unos sirios, en la actualidad, en un campo de refugiados, que acaban siendo acusados de la desaparición y muerte de una niña porque es más fácil que sospechar de unos extrangeros que de ese vecino conocido de toda la vida, que es como nosotros. No olvidemos a los adolescentes, crueles en grado superlativo con los diferentes, con los imperfectos, que llevan el acoso hasta el extremo en su propia caza de brujas.
El hilo conductor que une toda la novela es la caza de brujas. No es cosa solo del pasado, en el presente el miedo a los monstruos, a lo diferente y lo desconocido nos lleva a perseguirlo como una moderna "caza de brujas".
Tenemos hace treinta años a dos niñas que son presionadas hasta confesar un asesinato, del que podrían ser o no responsables, por la necesidad de los adultos de encontrar un culpable para sentirse a salvo. Y tenemos a unos sirios, en la actualidad, en un campo de refugiados, que acaban siendo acusados de la desaparición y muerte de una niña porque es más fácil que sospechar de unos extrangeros que de ese vecino conocido de toda la vida, que es como nosotros. No olvidemos a los adolescentes, crueles en grado superlativo con los diferentes, con los imperfectos, que llevan el acoso hasta el extremo en su propia caza de brujas.
Y que es sino una caza de brujas esa legión de madres que se lanzan sobre aquellas que, como Erica Falck, se atreven a decir que quieren a sus hijos, pero necesitan más de la vida porque además de madres son mujeres que disfrutan de su trabajo, de la vida en pareja y que reciben con alegría los momentos de descanso sin sus hijos alrededor. No obstante, lo mejor es no expresarlo en público en voz alta, ya que puede suponer recibir insultos y críticas feroces.
Solo una cosa más. Acostumbrada en los últimos tiempos a los libros digitales retomar uno de papel ha sido una gozada para la vista y no solo por el descanso de las pantallas electrónicas. No se si es porque se cuida menos su edición, pero en los e-books proliferan los errores de forma desmedida.
Solo una cosa más. Acostumbrada en los últimos tiempos a los libros digitales retomar uno de papel ha sido una gozada para la vista y no solo por el descanso de las pantallas electrónicas. No se si es porque se cuida menos su edición, pero en los e-books proliferan los errores de forma desmedida.
Sobre su autora
Jean Edith Camilla Läkberg Erikson nació el 30 de agosto de 1974 en Fjällbacka. Es una popular escritora sueca de novela policíaca. Estudió economía en la Universidad de Gotemburgo. Después de graduarse se traslada a Estocolmo donde ejerce como economista un par de años. Recibe entonces como regalo de Navidad un curso de escritura sobre crímenes organizado por la asociación de escritores Ordfront.
Mientras estudiaba comenzó su primera novela, "La princesa de hielo", que fué publicada en 2002 cuando la autora contaba con veintinueve años. Su profesor le recomendó que situase a sus personajes en un entorno que conociera bien y ella les llevó a Fjälbacka, la ciudad donde nació y creció.
Hasta la fecha ha publicado diez novelas protagonizadas por el policía Patrik Hedström y su esposa, la escritora Erica Falck, "La bruja" es el último, dos libros de relatos cortos, tres libros infantiles y dos libros de cocina en colaboración con un famoso cocinero, Christian Hellberg, que es además amigo de la infancia de la escritora.
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