lunes, 31 de diciembre de 2018

"Nadie quiere saber" Alicia Giménez Bartlett




  Rosalía Piñeiro, viuda de Adolfo Siguán, convence al Juez Juan Muro para que reabra el caso del asesinato de su marido cerrado en falso hace cinco años.
  Siguán fue liquidado en circunstancias sexuales escabrosas. Estaba con una prostituta muy joven especializada en viejos, conseguía que la invitasen a sus casas y después les drogaba y avisaba a su chulo, que se encargaba de desvalijarles. El chulo fue acusado de la muerte de Siguán pero nunca fue juzgado, desapareció para reaparecer asesinado en Marbella un par de meses después. Julieta López, la prostituta, fue la única que cumplió condena por una complicidad que nunca fue demostrada y al salir de la carcel rehizo su vida.
  El caso es adjudicado a la inspectora Petra Delicado y su ayudante el subinspector Fermín Garzón para su revisión.
Adolfo siguán era un reputado y rico empresario textil catalán. Viudo y vuelto a casar en segundas nupcias con una mujer 38 años más joven que él. De su primer matrimonio tenía tres hijas, ninguna de las cuales duda que su padre fuese asesinado por el chulo de la prostituta. Tan solo su viuda insiste en que se investigue de nuevo.
  Poco a poco Petra y Fermín van desenterrando todo lo que se oculta tras la muerte del industrial dando con una más que posible conexión con la mafia italiana. El comisario Coronas les envía a Roma a seguir investigando y allí deben formar equipo con dos policías italianos de rango equiparable al que ellos ostentan, el ispettore Maurizio Abate y la viceispettora Gabriella Bertano.

  Petra Delicado se define a sí misma en lo profesional como cínica, dura y un punto obsesiva y en lo personal como equilibrada, dulce y poco temperamental. Pretende mantener en compartimentos estancos esas dos facetas de su vida y le fastidia que alguien procedente de un ámbito invada el otro. Antepone su carrera a su vida personal, no quiere tener hijos, el adulterio no le ocasiona problemas de conciencia, está llena de mala leche y cabezonería y no duda en emplear alguna triquiñuela poco legal para llegar a la verdad. Fermín, hombre tradicional y chapado a la antigua, algo mayor que ella, muy aficionado a la comida y que lleva muy bien que una mujer esté al mando, es el contrapunto perfecto para su "jefa" que disfruta chinchándolo y buscando la manera de hacerle perder los nervios. Los diálogos entre ambos son una gozada, no tienen desperdicio. Llevan mucho tiempo trabajando juntos, se conocen bien y están perfectamente compenetrados.
  Desde que pisan Italia saltan chispas entre Petra y Maurizio Abate. Por un lado hay una tensión sexual evidente entre ambos y por otro ella, acostrumbrada a mandar, debe cederle a él la iniciativa y el control sobre la investigación. El conflicto está servido. Fermín, en cambio, lleva de maravilla la estancia en suelo italiano. Confraterniza de maravilla con Gabriella Bertano y se extasia con los restos romanos y el ambiente de la ciudad.
  Gimenez Bartlett, que siempre ha encontrado muy machista la novela negra, apuesta por una figura central femenina que se distancia del rol habitual otorgado a la mujer en el género (prostituta, mujer fatal, como mucho ayudante del detective o fiscal). No duda al relegar al hombre al papel de ayudante de la protagonista.
  Durante la novela se dan numerosas situaciones entre Petra y su trecer marido -si, el tercero- en las que queda patente la gran diferencia en la percepción de las conductas que tenemos todos dependiendo de que la realice un hombre o una mujer. Algunos de los conflictos que se dan entre ellos apuntan a una cierta crisis en la pareja formada por Petra y Marcos.
   Las reflexiones de Petra sobre ella misma, sobre Fermín, sobre su marido y las relaciones de pareja, sobre el rol de la mujer, sobre la justicia y la ley, sobre su trabajo, en fín, sobre la vida en general son auténticas perlas de sabiduría dosificadas a lo largo de todo el libro.

Sobre su autora
  Alicia Giménez Bartlett, considerada por muchos la escritora de novela negra española por excelencia, nace en Almansa (Albacete) en 1951. Estudia Filología Inglesa en la Universidad de Valencia y se doctora en Literatura Española en la Universidad de Barcelona. Publica su primera novela en 1984.
  En 1996 publica la primera novela de la saga dedicada a la inspectora Petra Delicado. Debido al gran éxito cosechado por las novelas en 1999 se lleva a la televisión en una serie de trece episodios protagonizada por Ana Belén (Petra Delicado) y Santiago Segura (Fermín Garzón). Hasta ahora hay once novelas de esa saga, la última publicada en  2017, de la que Nadie quiere saber es la novena.
  Giménez Bartlett ha recibido importantes premios literarios:
Premio Femenino Lumen (1997) por Una habitación ajena
Premio Raymond Chandler (2008), obtenido por escritores de la talla de John le Carré y John Grisham, por las novelas de la saga de Petra Delicado.
Premio Nadal (2011) por Donde nadie te encuentre.
Premio Planeta (2015) por Hombres desnudos.
Premio Carvalho del Festival de Novela Negra de Barcelona (2015) por haber renovado la novela policíaca española aportando una perspectiva femenina y feminista pionera en el ambito.
Premio Jose Luís Sampedro del festival de novela policíaca de Madrid Getafe Negro por su amplio registro dentro y fuera de la novela negra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario