"Fuegos fatuos" de Iban J. Velázquez

  En una época en la que imperan sagas infinitas, bilogías, trilogías, precuelas y secuelas pocos son los valientes, que como Iban J. Velázquez, se atreven con una compilación de relatos cortos. En concreto veintiséis cuentos, relatos y microrrelatos.

 Son muchos los personajes que desfilan por el libro y algunos de ellos saltan de unos relatos a otros interconectándolos y dando cohesión a la antología. En casi todos los textos hay un poso de fantasía y terror, el tono es oscuro y muchas veces muestra esa inquietante dualidad que hay en nosotros. La naturalidad con la que se narran las historias produce una extraña sensación de realidad a pesar de lo extraordinario de los hechos recogidos en muchas de ellas.

  Al ser tantas historias sería imposible dejar aquí un resumen, además dada su brevedad resultaría difícil no estropearos la lectura hablando más de la cuenta. Si puedo decir que están llenas de giros inquietantes y finales inesperados.

  No podría elegir una sola de ellas porque hay varias que me han llegado especialmente, pero si que hay un personaje que se ha instalado en mis pesadillas sin pedir permiso: una malévola vieja armada con una sartén.

  Lástima que "Fuegos fatuos" haya llegado a mi como libro viajero, hubiera disfrutado la relectura de alguna de sus historias y fui incapaz de descifrar el lenguaje encriptado que se pasea por sus páginas, necesitaba más tiempo.

Sobre su autor

Ibán J. Velázquez nace en Valencia y en la actualidad vive y trabaja en Toledo. Físico Teórico, ejerce como profesor en un instituto de secundaria.

"Fuegos fatuos" es su primera obra publicada, pero trabaja ya en la siguiente que verá la luz en un futuro próximo.

Al hilo de la lectura de este libro surge como entretenimiento un pequeño relato para obsequiar al autor sobre uno de los personajes creados por el autor