sábado, 1 de mayo de 2021

"Cuando tomábamos café" de J. C. Sánchez


  Pepita llega a Madrid en 1969 con diecisiete años para servir en casa de las hermanas Martos, Margarita y Constanza. Ese es el punto de arranque de la novela que nos contará las vicisitudes de estas tres mujeres y quienes las rodean. 

  La historia se articula entorno al triángulo amoroso formado por Constanza, Carlos y Adela. Los tres son vecinos desde niños y ambas mujeres suspiran por Carlos. Constanza, coja a consecuencia de la polio, pretende ejercer el papel de mejor amiga y amar desde la sombra. Adela, hija única malcriada y consentida de un notario, es hermosa, se sabe hermosa y lo utiliza para conseguir todo lo que desea y desea a Carlos. Carlos es el hijo del dueño del café que hay en el bajo del edificio. Sueña con ser cantante y no quiere ataduras de ningún tipo, le gustan las mujeres, pero huye del compromiso.

 

  Tal vez parezca una novela de amor, no lo es. Es una novela sobre las pasiones que mueven el mundo, sobre el poder y la corrupción que nace a su sombra, sobre el amor y el odio y lo destructivos que pueden ser ambos.

  Novela coral con gran número de personajes, todos importantes para el desarrollo de la trama y todos muy bien definidos. La mayoría de ellos pueblan el decadente café del padre de Carlos o sus aledaños. Un café que es un poco como esas postrimerías del franquismo en que viven los protagonistas, los tiempos de esplendor ya pasaron, los brillos lucen opacados por la pátina del tiempo. Ese café, al igual que los personajes, intenta sobrevivir en medio de un ambiente hostil que augura cambios.

  J. C. Sánchez ha recreado, con el telón de fondo del caso Matesa, un caso real de corrupción política en las más altas esferas, ese universo Madrileño de los últimos años del régimen franquista. Resultan curiosos los paralelismos con la época actual.

  En el texto se alternan fragmentos en primera persona, narrados por Pepita, con otros en tercera persona correspondientes a un narrador que no descubriremos hasta el final.

  A través de Pepita, las hermanas Martos y Adela, con gran pericia, el autor nos muestra la situación de la mujer española a finales de la década de los 60 del pasado siglo en los distintos estratos sociales. Nos da una visión general de la sociedad desde la clase alta hasta los estratos más bajos de la sociedad.

   Simultáneamente nos muestra los puntos comunes entre la oligarquía política y económica y las cloacas del franquismo.
En la novela se perciben con claridad los vientos de cambio y como esa oligarquía dominante se prepara para sobrevivir al cambio sin perder ni un ápice de su poder.
Sorprendente novela de J. C. Sánchez, totalmente recomendable y que deja el listón muy alto para sus próximos trabajos.

 

Sobre su autor

  J. C. Sánchez es madrileño, nacido en 1976 y licenciado en derecho. Esta novela, que le llevó cuatro años construir, surge a raíz de los recuerdos suscitados en él por la noticia publicada en prensa del cierre del Café Comercio que frecuentaba en su infancia junto a sus padres.

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