Inma vive en Barcelona, tiene cuarentena y dos años y dos hijos, lleva dos años divorciada y trabaja como representante de artistas especializada en pop y rock.
Un día recibe una llamada del dueño de la discográfica para la que trabaja. Debe personarse en las oficinas de Madrid para hablar con su jefe enseguida. Al llegar descubre que quieren que se haga cargo de un nuevo talento en alza, un joven rapero de veintiocho años llamado Hawk. No le gusta ese tipo de música y considera que si ha de vender un "producto" debe creer en él, así que se niega a ser su manager.
Hawk, nada más verla, siente una fuerte atracción por la representante. Al mismo tiempo los desplantes de ella pican su amor propio y siguiendo un impulso irracional pone como condición para firmar con la discográfica que sea esa mujer quien guíe su carrera.
Inma debe sopesar si tragarse el orgullo y dejarse avasallar por su jefe representando a Hawk o perder su trabajo.
Como tema principal de la novela la autora profundiza en los miedos e inseguridades de una mujer, que empieza a adentrarse en la edad madura, frente al inicio de una relación con un hombre más joven que ella. ¿Catorce años son demasiada diferencia? Puede que sí, puede que no. Únicamente el tiempo contestará esa pregunta. Personalmente creo que es posible que salga adelante la relación, conozco a una pareja con esa diferencia de edad aproximadamente y llevan ya treinta años juntos.
A la protagonista no solo le preocupará su aspecto físico que comienza a dar signos de su edad o la juventud de él, también ha de tener en cuenta como reaccionarán sus hijos a esa relación o que pensará su entorno más cercano. Son temas complejos, socialmente no habría problema si el maduro fuese él, pero al invertir los papeles el conflicto y la crítica estarán siempre presentes.
El temor a ser reemplazada por una mujer más joven será determinante en su comportamiento, desea evitar un descalabro emocional.
El rapero, por su parte, tiene un pasado oscuro que llena de dolor sus letras y un comportamiento extraordinariamente maduro para su edad. Lleva la verdad y su corazón por bandera, no tiene miedo a los sentimientos y luchará por ellos.
Son dos seres imperfectos que se complementan. El lo tiene claro desde el principio, a ella va a costarle un poco más aceptarlo y todavía más confiar en esa relación.
Durante la novela se manejan otros temas de fondo como el silencioso maltrato psicológico que mina la personalidad día a día y, más en segundo plano, los problemas de convivir con adolescentes o niños y tener sexo con una nueva pareja, los derivados de tener un hijo con TDAH, el bullying, los estragos del cáncer infantil, supuestas medicinas alternativas, las mujeres incapaces de ejercer la maternidad tal y como se esperaba de ellas o la fan enfervoreciada capaz de cualquier cosa. Entre tanto problema y drama queda un espacio para el humor en forma de amigas incondicionales capaces de cualquier cosa o de una madre poco corriente que desea la felicidad de su hija.
Naturalmente hay sexo, mucho sexo, intercalado en la historia. Es normal que al juntar a una madurita estirada con un rapero "algo barriobajero" surjan escenas de alto voltaje, cada vez que los protagonistas cruzan sus miradas saltan chispas. El peligro de abusar de ese tipo de escenas es el cansancio del lector, que puede decidir saltarlas si no aportan nada a la historia.
Tal vez el número de páginas es demasiado extenso, pero no se hace cuesta arriba su lectura. Donde si me he atascado es en las letras de las canciones, confieso haber pasado de puntillas por todas ellas a pesar de pertenecer a un conocido rapero que las cedió para la novela.
Sobre su autora
Rose Gate es el pseudónimo de Rosa Gallardo Tenas, escritora barcelonesa nacida en 1978.
Lectora voraz del género romántico primero y escritora de novela romántica después. Cuenta con más de treinta libros publicados en su haber.
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