No hay mucho que decir sobre esta novela. Tipicamente romántica, con el argumento de siempre, bella dama en apuros necesita urgentemente ser rescatada de su miserable situación y en el momento oportuno aparece el valiente y apuesto caballero de brillante armadura para solucionar sus problemas. Naturalmente se enamoran hasta el tuétano y sufren mil contratiempos antes de llegar a la conclusión de que lo suyo es amor eterno, mutuo y correspondido.
Basil de Eyre tiene dos hijos uno legítimo: Waldo, un malvado y cruel cabronazo, y otro ilegítimo: Drake, bueno, leal y honrado. Envía a ambos a instruirse en el Castillo de Chirk. El legítimo está comprometido con la hija mayor del castellano y el ilegítimo enamorado de ella. Drake y la prometida de su hermano son sorprendidos por el padre de la dama a punto de fugarse juntos para casarse. Aparentemente la que da el aviso al padre es la hermana menor de la novia y por ello se gana la eterna animadversión de Drake. Consecuencias; Drake es expulsado del castillo y la dama se casa con su prometido, muriendo poco después en extrañas circunstancias.
Muchos años después Drake regresa al Chirk. Waldo está a punto de casarse otra vez, con la hermana de su difunta esposa. Ella suplica ayuda a Drake para escapar a esa boda y comparte con él la sospecha de que su hermana fué asesinada por su marido.