He estado releyendo un par de libros de Salgari.
Me gustaron mucho más hace treinta años que ahora. Menudas declaraciones altisonantes y vaya diálogos. Debió ser que mientras los leía solo pensaba en que Kabir Bedi estaba como un queso, seguramente aquella serie que batió records de audiencia tampoco iba a volverme loca ahora.
En "Sandokan" un principe malayo, destronado por un malvado y sanguinario inglés, se toma la justicia por su mano ejerciendo la piratería. Instalado en la isla de Mompracen, organiza desde allí expediciones con sus hombres en busca de botín y luchas que sacien su sed de venganza. Todo cambia cuando de se obsesiona con Mariana, la sobrina del gobernador inglés, y su amor es correspondido por esta.
Desafiando todo peligro Sandokán arranca de debajo de las narices de su tío a la joven llevandola con sigo a Mompracen con la ayuda de Yañez, su lugarteniente portugués, amante del peligro y la aventura.
Lo que me ha parecido horrible del libro: que el traductor llama a los hombres de Sandokan, curtidos y sanguinarios piratas, tigrecitos. Da grima ver la palabra escrita, tigrecitos, brrrr. Sonaba mucho mejor la expresión utilizada en la serie italiana de televisión: "cachorros de mompracen".
En cuanto a "Los tigres de Malasia" son aventuras de Yañez, que acude en ayuda de un amigo sitiado por los crueles sig en una plantación en mitad de la selva.